Este soy con este nombre que no elegí
y con el que he sido bautizado antes
de aprender a decir que no o que sí
Sí, recién después llegaron las palabras
con las que me enseñaron a quién odiar
y adónde estaban las fronteras
(qué sería de las fronteras sin las palabras)
y a disimular el absurdo de que no se vean
ni fronteras ni palabras
pero están allí
cada ley es una frontera, cada no
de los que no aprendí a decir,
cada palabra,
cada muro, cada templo, cada quién
cada cuál, cada uno, cada vez
que dibujan nuestro mapa
en el patético DNI
nos delimitan y acotan
y entonces al grito de
Civil Izado
ya en libertad
sin dudas
nos dejan vivir.
carlos saraví linares
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ResponderEliminarPalabras fronteras. Palabras puentes. Palabras palomas. Curiosa cosa las palabras.
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