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jueves, 13 de septiembre de 2012

LUZ Y FER




MI MADRE FUE ASESINADA POR MI PADRE

EL GÉNERO DE LA VIOLENCIA


Cuando hablamos de violencia inmediatamente vamos a buscar su origen, quién o qué la generó, su génesis.

El género de la violencia está compuesto por un solo hilo conductor  a pesar de su apariencia. Parecen distintos hilos pero es uno solo. La violencia verbal, equivalente a la arenga antes del combate, es la  antesala típica de la violencia física. Inmediatamente después de la violencia física lo que sobreviene es el arrepentimiento, el reconocimiento por los excesos y la justificación de los hechos en una presunta inconducta de la víctima, donde la propia víctima termina siendo la responsable de los hechos y culmina con la promesa de que jamás se va a volver a repetir. Lo que habitualmente sucede es que efectivamente no se vuelve a repetir hasta la próxima vez cuando todo vuelve a comenzar su ciclo.

Amarillo de alerta, rojo de pánico o violeta de luto, el hilo es siempre el mismo: El ser violento.

La vida en sociedad nos permite prescindir de nuestra violencia natural porque no necesitamos salir a cazar ni a matar para comer. Tampoco necesitamos disputarnos un espacio vital donde aparearnos y reproducirnos, ni pelear por una hembra. La vida en sociedad nos aparta de todo aquello. La violencia así está contenida pero está porque es nuestra naturaleza y nos vuelve a ser capaces de matar para comer si se presentara el caso,  me viene a la memoria la supervivencia de aquellos protagonistas de la tragedia en la cordillera. Como también de matar por celos, o de matar al ladrón, o de matar a la traidora o desobediente. En el orden de un 'muy sociable' a esta altura: Si hacés tal cosa te mato; aflora este sentido de espacio vital donde quien manda es siempre el suscripto en su condición de macho.

Estos seres violentos suelen ser víctimas de padecer consecuencias biológicas de antecedentes similares, lo que no debe sorprendernos si tenemos en cuenta que la mujer argentina comenzó a votar en 1952 y recién lo hizo en mesas mixtas en las últimas elecciones de 2011. El primer indicio cierto de sus convicciones es que para justificar sus conductas es necesario que sean extremadamente conservadores. El verse reflejado en su padre o en su abuelo y desaprobando conductas de una mujer completamente ajena a esas tradiciones, es el origen verbal de la violencia. El sentir su honor de macho mancillado por una conducta inadmisible a sus cánones lo que lo lleva a liberar la violencia física para imponer por la fuerza lo que no se pudo con la palabra.

Yo fui testigo a los cinco años de cómo mi padre le pegaba a mi madre con una toalla mojada en la cara. Él nunca me vio. Llevo un silencio de cuarenta y ocho años con ese recuerdo. No obstante, hace poco tiempo atrás el camino me llevó hasta una chica de doce años considerada insana. Sufría de afasia y de la amputación de su brazo izquierdo desde los ocho años porque fue la única testigo presencial y víctima de cómo su padre asesinaba a su madre y aunque la menor pudo ser rescatada del ataque, pagará las consecuencias de por vida.

Los violentos enceguecidos son incapaces de prever lo que generan con su violencia. Hoy 13 de septiembre de 2012, desde que se inició el año el primero de enero a la fecha han muerto 245 mujeres a razón de una mujer por día asesinada por un marido, amante, o novio violento. Una mujer por día. 245 mujeres. Una mujer por día. 245 mujeres. Una mujer por día. 245 mujeres. Una mujer por día. A este ritmo pensar en dormir hasta mañana da pavura. 245 veces en un mismo año a razón de una por día el mismo amanecer: Una mujer murió asesinada anoche, lo que surje como un clamor desde la crónica.

El miércoles 7 de septiembre Solange Aguirre de 22 años, madre de dos niños, salió de su casa en Benavidez, Provincia de Buenos Aires, para comprar cigarrillos. Jamás volvió. El sábado 10 de septiembre hallaron su cadáver "decapitado" y "mutilado" en la Provincia de Entre Ríos, cerca del puente Zárate Brazo Largo. El lunes 11 lograron identificarla. Hoy jueves 13 de septiembre la policía detuvo a Alejandro Reynoso de 41 años por considerarlo el principal sospechoso del crimen. Reynoso es el ex-marido de Solange, dueño de dos locales dedicados al faenamiento y a la comercialización de pollos. En su domicilio se halló el chip del teléfono móvil de Solange, y el cadáver fue hallado en inmediaciones del lugar al que Reynoso acudía a pescar.

No hablo de los casos de violación, prima hermana de la violencia, o de la sumisión, o del acoso laboral, o del piropo denigrante, o de la tapa vendedora de la caricatura de una mujer masturbándose ante la multitud y gozando por el poder sin importar su investidura, su familia, o su estado civil, ni de las tapas con fotografía de mujeres desnudas en las revistas pornográficas, o de la "trata de blancas", o los prostíbulos, o de la desigualdad salarial por el mismo cargo, o de la falta de derechos políticos, no, no, hablo solamente de los casos de mujeres asesinadas por su compañeros o ex-compañeros. Hablo de la violencia cercana.

La violencia está más cerca de lo que creemos: la llevamos dentro. Y digo esto no para sembrar algún tipo de pánico sino para no caer en la tentación de justificarla históricamente en el rapto de Helena y no en el verdadero amor de Helena, y sin embargo la referencia es el rapto y no la decisión de Helena de fugarse con Paris porque eso era y es inadmisible. Diez años duró el bloqueo a Troya porque la mujer de entonces y hasta principios del siglo XX era (y para algunos aún lo sigue siendo) patrimonio del hombre, objeto adquirido, parte de su ajuar y por ende su hombre era capaz en consecuencia de desatar tormentas para hacerlo respetar, y hasta de tener una manceba en su propia casa si su mujer no lo satisfacía por algún motivo tal como un embarazo o una temporal indisposición.

En efecto, en la Constitución de 1853 el hombre ejercía la patria potestad sobre la mujer en tanto hogar, trabajo, residencia de la familia y educación de los hijos y hasta incluso podía rechazarla por impura. En la antigua Atenas, las mujeres no eran consideradas ciudadanas, habitaban exclusivamente un lugar de la casa llamado el gineceo: "el lugar para las mujeres" y el padre de una mujer debía pagar una dote a su consorte para desposarla.

De los griegos antiguos, según confirman Heródoto y Estrabón, a nuestros tiempos, 2800 años, hoy en 26 países de religión tanto musulmana como cristiana, copta o animista, aún se practica la infibulación. Como escribe Gérard Zwan en su libro El sexo de la mujer: "El odio al clítoris es universal". La infibulación es la ablación del clítoris o clítoridectomía para que la jovencita (el acto se practica a los nueve años) no se permita licencias íntimas antes del matrimonio y llegue en estado de pureza a su prometido. Esta práctica llegó a ser desarrollada también en Europa entre los siglos XIV y XVII.

Lo único que nos dice todo esto es que la violencia es intrínseca del ser humano y sólo su educación familiar y luego académica son capaces de contenerla, reprimirla y en ciertos casos exacerbarla. No se trata de cosas que pasan en la televisión o en las revistas. De cosas que le pasan a gentes de tal o cual posición.

Desde la trata de blancas o la esclavitud, para decirlo con más certeza, pasando por la violencia psíquica, física, el femicidio hasta la violenta discriminación de una mujer aún en ejercicio de la primera magistratura, se puede apreciar que las víctimas, no sufren por la condición social, no sufren por cuestiones de carácter, ni sufren por las consecuencias de los celos desmedidos, no, no es por eso, las víctimas sufren por su condición de mujeres. Mujeres educadas para reprimir su violencia natural y cuyo physique du roll las deja impotentes para ensayar una defensa o cuando menos amedrentar al agresor.

La violencia es intrínseca del ser humano como de todo ser vivo que necesita procurarse alimento y un espacio vital. No existen las ballenas asesinas. Esos mamíferos comen lo que matan.

51 hombres murieron este año a manos de sus parejas o ex-parejas. El primero de enero a las cuatro de la madrugada un gobernador fue asesinado por su esposa. Las causas aparentes, el alcohol, los estupefacientes, la infidelidad. La causa real un revólver guardado en una mesa de noche, disparado en la cara de un hombre por la mano de su mujer en estado de violencia liberada.

El género de la violencia es el género humano.

Las cosas como son: hoy se puede denunciar la violencia de género, hoy la sociedad ha comprendido y ha tomado conciencia sobre los cadáveres, de que es necesario ayudar a quienes necesitan apoyo.

Estos son los centros de asistencia y apoyo para casos de urgencia por hechos de violencia familiar y/o violencia de género:

ALMAGRO
Asistencia psicológica, asesoramiento, patrocinio jurídico gratuito. Maltrato y abuso infantil
Centro de Atención a Víctimas de Violencia Sexual (Policía Federal Argentina)
Pje. Pelufo 3981 4981-6882/3 4958-4291
Asistencia psicológica, asesoramiento jurídico.
Ejército de Salvación
Rivadavia 3257 4865-0074 Fax: 4861-7656 (9 a 17 hs).
Guardería para niños cuyos padres trabajan. Servicios para la mujer y el niño.
Casa de Refugio “Mariquita Sanchez”. Dirección Gral. de la Mujer (G.C.B.A.)
Tel.: 4394-6446/6447 las 24 hs.
Para mujeres golpeadas y sus hijos.
Línea telefónica “Te Ayudo”. Dirección Gral. de la Mujer (G.C.B.A.)
Tel.: 4393-6464 (9 a 21 hs)
Servicio telefónico para la atención del maltrato infantil. Asistencia psicológica.
Asistencia a niños. Refugio para mujeres golpeadas con sus hijos.
BALVANERA
Hospital de Clínicas – Psiquiatría Infanto Juvenil
Av. Córdoba 2351 Tel/Fax: 4961-7575 int. 386
BARRIO NORTE
Servicio de Violencia Hospital Ricardo Gutierrez
Sanchez de Bustamante 1399 962-9232,962-6121
Comisaría 6ª. Venezuela 1931 4942-2333/2965/3333
Comisaría 7ª. Lavalle 2625 4961-3333/7342
Comisaría 8ª. Gral. Urquiza 550 4931-3333/3531 4923-3171
Comisaría 9ª. Billinghurst 471 4861-5507 4862-3333